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“Todas las almas” (poema)

Paul Auster (Newark, Nueva Jersey, Estados Unidos, 1947)

En esta ocasión, vuelvo a trareros un poco de poesía. Esta vez, de manos de Paul Auster. Apareció el poema en el libro “Escritura mural“. Espero que sea de vuestro agrado.

 

TODAS LAS ALMAS

Anonimato y témpano: noviembre

por su solo nombre, bailando

hasta la muerte

por entre el habla rota

de azada y surco

cayendo

desde el alero de lo irresistible: este

vómito

que el martillo idolatra

modelado

en las zonas de sangre.

 

Una transfusión de negrura,

paz generada,

cercando la masacre.

 

Vida igual a vida.

 

OTRAS ENTRADAS SOBRE PAUL AUSTER EN EL BLOG

“Un paseo” (poema)

Raymond Carver (Estados Unidos, 1939-1988)

Como de costumbre, otro poema de Raymond Carver en “Los versos de David“. Espero que os guste.

UN PASEO

Fui a dar un paseo por la vía del tren.

La seguí durante un rato

y me salí en el cementerio del pueblo.

Allí descansa un hombre entre

sus dos esposas. Emily van der Zee

está a la derecha de John van der Zee.

Mary, la segunda señora van der Zee,

amantísima esposa también, a su izquierda.

Primero se fue Emily, después Mary.

Al cabo de unos años, el propio John van der Zee.

Once hijos nacieron de esas uniones.

También están muertos a estas alturas.

Éste es un lugar silencioso. Un lugar tan bueno como

cualquier otro para descansar del paseo, sentarme y

pensar en mi propia muerte, que se acerca.

Pero no lo entiendo, no lo entiendo.

Todo lo que sé de esta vida llena de sudor y delicadezas,

de la mía y la de los demás,

es que dentro de poco me levantaré

y dejaré este lugar tan insólito

que ofrece amparo a los muertos. Este cementerio.

Me iré. Andando primero sobre un raíl

y luego sobre el otro.

OTRAS ENTRADAS SOBRE RAYMOND CARVER EN EL BLOG

“Malest cornifici tuo Catullo” (poema)

Allen Ginsberg (Patersen, New Jersey, EUA, 1926- Nueva York, EUA, 1997)

Hoy os presentamos al poeta estadounidense Allen Ginsberg, representante de la Generación Beat, con su poema “Malest cornifici tuo Catullo“, escrito en San Francisco en 1955 y publicado en el libro “Sandwiches de realidad“.

 

MALEST CORNIFICI TUO CATULLO

Estoy contento, Kerouac, tu enloquecido Allen

lo ha logrado al fin: ha descubierto un nuevo y joven cachorro.

y mi visión de un muchacho eterno

camina por las calles de San Francisco,

hermoso, y se encuentra conmigo en cafeterías

y me ama. Ah no pienses que soy repugnante.

Estás enfadado conmigo. ¿Por todos mis amantes?

Es difícil comer mierda, sin tener visiones;

cuando tienen ojos para mí, es como el Paraíso.

 

“¿Es agradable nacer” (poema)

Walt Whitman (West Hills, Nueva York, EUA, 1819- Camdem, Nueva Jersey, EUA, 1892)

Os presentamos hoy un fragmento del largo poema “Canto a mí mismo“, escrito por un clásico de los Estados Unidos, Walt Whitman. Espero que os guste.

 

¿Es agradable nacer?

Pues yo os digo que es tan agradable morir.

Oídme:

 

Muero con el moribundo

y nazco con el niño que recogen los pañales.

Yo no sólo soy esto que se alarga entre mi sombrero y mis zapatos.

Mira atentamente la pluralidad del universo:

nada es igual y todo es bueno.

Buena es la tierra,

buenos los astros…

y las estrellas subalternas también.

 

Yo no soy sólo arcilla,

ni auxiliar de la arcilla tampoco.

Soy el compañero,

el semejante de ése,

tan inmortal y tan insondable como yo

(tal vez él no sabe que es inmortal,

pero yo sí  lo sé).

Cada especie para sí y para los suyos.

Para mí los machos y las hembras,

para mí los adolescentes que luego amarán a las mujeres,

para mí el hombre altivo que se encabrita ante el desprecio,

para mí la novia

y la novicia,

para mí las madres

y las madres de las madres,

para mí los labios que me sonríen

y los ojos que lloran,

para mí los niños

y los que engendran a los niños.

 

¡Desnúdate!

No eres culpable,

no estás marchita

ni repudiada por ninguno. 

Veo tu carne limpia.

Te veo a través del manto fino

 

o del refajo tosco…

y me quedo aquí…

tenaz,

empeñoso,

incansable…

no me puedes echar.

 

“En busca de trabajo” (poema)

Raymond Carver (USA, 1939-1988)

En el blog volvemos a presentar al escritor americano Raymond Carver y uno de sus últimos poemas. Espero que os guste.

 

EN BUSCA DE TRABAJO

Siempre he querido trucha de montaña

de desayuno.

 

De repente, encuentro un sendero nuevo

a la cascada.

 

Empiezo a tener prisa.

Despierta,

 

dice mi mujer,

estás soñando.

 

Pero cuando intento levantarme,

la casa se ladea.

 

¿Quién está soñando?

Es mediodía, dice ella.

 

Mis zapatos nuevos esperan junto a la puerta,

relucientes.

 

OTRAS ENTRADAS SOBRE CARVER EN EL BLOG

“Autoestopista” (poema)

Jack Kerouac (Lowell, Massachussetts, USA, 1922- Petesburg, Florida, USA, 1969)

En esta ocasión, otro poema del gran escritor Jack Kerouack, maestro de la “Beat generation”. Espero que os guste.

 

AUTOESTOPISTA

‘Trato de llegar a la soleada California’-

¡Bum! Es esta horrenda trinchera

que le hace parecer un gángster imaginario

autoderrotado y autoasesinado, un idiota con

un lametable abrigo, ¿cómo podrían comprender

mis empapadas mochilas -mis embarradas mochilas?-

‘Mira, Joh, un autoestopista’

‘Parece que tiene una pistola escondida

bajo ese abrigo del I.R.A.’

‘Mira Fred, a ese hombre junto a la carretera’

‘Algunos maníacos sexuales aparecieron impresos

en 1938 en una revista porno’-

‘Encontrarás su cadáver azul en una

edición sombreada de verde, con manchas de hacha’.

 

OTROS POEMAS DE KEROUAC EN EL BLOG

“Madrigales de la pensión”

Charles Bukowski (Andernach, Alemania, 1920- San Pedro, Estados Unidos, 1994)

Un gran poeta se esconde tras el nombre de Charles Bukowski. Luchador empedernido desde siempre, polémico en cada ralla que ha escrito.

 

Quiero recomendaros esta noche un libro suyo, “Madrigales de la pensión“. Es una colección de poemas escritos durante la juventud de Bukowski, a finales de la década de los años 40 y los años 50, publicados en 1988. Nacieron en un contexto de penuria económica para luego reunirse en un momento en el que el autor vivía bien, gracias a la fama acumulada durante años.

 

Hablan, precisamente, de la escasez, de la pobreza de un hombre en un país supuestamente desarrollado y próspero tal y como se presuponía los Estados Unidos de la posguerra (2º Guerra Mundial).  Su testimonio da fe del método de vida de muchas personas que, de alguna manera, eran o bien la base del sistema o bien estaban excluidos de él. El sueño americano, que nacería por entonces, no era más que un espejismo para millones. En este contexto, es normal que un escritor como Charles Bukowski dedicase más de un verso y más de una novela autobiográfica a la decadencia económica, social y moral dentro de la prosperidad y el desarrollo de una de las potencias mundiales actuales.

 

Poesía, sí. Norteamericana, también. Una lectura de “Madrigales de la pensión” no estaría mal, se toma consciencia de manera muy lírica.

“Dos poemas”

Jack Kerouac (Lowell, Massachussetts, USA, 1922- Petesburg, Florida, USA, 1969)

En esta ocasión, os dejo con un poema del norteamericano Jack Kerouac, máximo representante de la denominada “Generación beat“, titulado “Dos poemas“. Fue escrito en 1957. Espero que sea de vuestro agrado.

 

DOS POEMAS

Uy Uy Uy poema

humo de ángel

No merece la pena leer

poemita

 

Empiezas sorbiendo

leche

Y terminas sorbiendo

humo

 

Y ya sabes

Lo que leche y humo

Significan

 

OTROS POEMAS DE JACK KEROUAC EN EL BLOG

“Un milagro en el desayuno”

Elizabeth Bishop (Worcester, EUA, 1911- Boston, EUA, 1979)

Hoy presentamos una sextina de la poetisa americana Elizabeth Bishop. Espero que os guste.

 

UN MILAGRO EN EL DESAYUNO

A las seis en punto esperábamos el café,

esperábamos el café y las caritativas migajas

que iban a servirnos desde cierta galería

-como los reyes de antaño o como un milagro.

Aún estaba oscuro. Un piel del sol

se sostenía sobre una larga onda del río.

 

El primer transbordador del día acababa de cruzar el río.

Hacía tanto frío que esperábamos que el café

estuviera muy caliente, en vista de que el sol

no iba a calentarnos; y que las migajas

fueran una hogaza para cuando uno, con mantequilla, por un milagro.

A las siete un hombre salió a la galería.

 

Se quedó un minuto solo en la galería

mirando sobre nuestras cabezas hacia el río.

Un criado le entregó los ingredientes del milagro,

que consistían en una sola taza de café

y un panecillo, que empezó a hacer migajas,

con la cabeza, por así decir, en las nubes- a la altura del sol.

 

¿Estaba loco el hombre? ¡Qué intentaba hacer, al sol,

allá en lo alto de su galería!

Cada hombre recibió unas -bastante duras- migajas,

que algunos tiraron con desdén al río,

y, en una taza, un chorrito de café.

Algunos seguimos merodeando, en espera del milagro.

 

Contaré lo que vi después: no fue un milagro.

Había una hermosa villa al sol

y de sus puertas llegaba el olor caliente a café.

Al frente de ella, en blanca escayola barroca, una galería

con pájaros, que anidaban junto al río,

-lo vi acercando un ojo a las migajas-

 

y pasillos y habitaciones de mármol. Mis migajas,

mi mansión, hechos para mí por un milagro

a lo largo de los años por insectos, pájaros y por el río

que desgasta la piedra. Cada día, al sol,

a la hora del desayuno me siento en mi galería

con los pies en lo alto, y bebo litros de café.

 

Lamimos las migajas y tragamos el café.

Una ventana al otro lado del lado atrapó el sol

como si el milagro ocurriera por error en otra galería.

“La simpleza de las cosas en Vietnam”

Charles Bukowski (Andernach, Alemania, 1920- San Pedro, Estados Unidos, 1994)

En esta entrada os presentamos el poema “La simpleza de las cosas en Vietnam“, del escritor Charles Bukowski, publicado en el poemario “Madrigales de la pensión”. Espero que sea de vuestro agrado.

 

LA SIMPLEZA DE LAS COSAS EN VIETNAM

Hombre herido de bala por la espalda mientras

agarra la túnica de un sacerdote joven

que parece una mujer,

y aquí nosotros:

brillo de luna

pulcramente enguantados

motocicletas por todos los lados, abejas dormidas

bocas de mangueras oxidadas,

el clima importuno,

y se nos estremecen los huesos

piel muerta allí,

y el soldado cae muerto,

otro soldado muerto,

la túnica negra de un joven cura

que parece una mujer

está ahora hermosamente roja,

y los tanques

empiezan a pasar.